Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces, 2013. — 452 p. — ISBN 978-84-9961-121-1.
Apurados ya, mas há de diez meses, los ejemplares de la séptima edición de este Diccionario, la Academia Espartóla ofrece al público otra nueva, en la cual se han hecho mejoras notables, tanto por el aumento de voces castellanas y correspondencias latinas, cuanto por la corrección de muchas definiciones, que después de un examen escrupuloso ha parecido conveniente alterar, ya aclarando las oscuras, ya rectificando las poco exactas, y ya ampliando o abreviando las diminutas ó redundantes. Mas como en el método que en esta edicion se ha seguido á fin de facilitar el manejo del Diccionario, la Academia no ha hecho la mas ligera mudanza, tiene por inútil repetir las prevenciones que estampó en el prólogo de la séptima. Para suplir su falta bastará recorrer la nota que precede á la página 1a , donde epeontrará el lector la explicación de las abreviaturas, y el medio seguro do hallar las frases y locuciones compuestas de mas de una palabra. En lo que se echarán de ver algunas, aunque no muchas, innovaciones, es en la parte ortográfica, pues atendiendo al deseo y conveniencia general de simplificar en lo posible la escritura de la lengua patria, ha creído oportuno la Academia sustituir la j á la g fuerte en gran número de voces que hasta aqui se habían escrito con la segunda de estas consonantes. Mas procediendo con el pulso y la circunspección que acostumbra, se ha limitado por regla general á escribir con j las palabras en cuya etimología no se halla la g, conservando en las demás esta letra por respeto á su origen y á la antigua posesion que lo autoriza Гal vez algunos años mas serán suficientes á legitimar el uso contrario, y entonces la Academia, como fiel observadora del rumbo seguido por los buenos escritores, hallará quizá mas fundados motivos para descartar la g fuerte de todas las voces castellanas, empleando exclusivamente esta letra en aquellas silabas en que se pronuncia con suavidad, como gracia y golilla. Otra novedad va introduciendo, de algunos años acá, la práctica de varios impresores, y es la de escribir con es la silaba ex, bien se halle en principio de diccion, como en extraño, experto, bien en medio de ella, como en pretexto, contextura. Sin embargo no es tal ni tan calificada la generalidad de esta alteracion, que se atreva la Academia á adoptarla, y mucho menos al considerar que por ella se confunden voces de diferente significado; v. g. los verbos erpiar y expiar, y que só color de suavizar la pronunciación de las indicadas silabas, se desvirtúa y afemina en cierto modo la noble y varonil robustez en nuestro idioma.