Barcelona: Larosse Editorial, 2011. — 125 p. ISBN 978-84-7153-906-9.
Es una característica definitoria de la especie humana su capacidad de usar sistemas lingüísticos complejos para comunicarse. En cualquier lugar del planeta, todos los grupos humanos están dotados de esa herramienta maravillosa gracias a la cual podemos formular ideas y pensamientos, expresar deseos y sentimientos, narrar historias, preguntar, aprender e incluso soñar. Las lenguas las adquirimos, sin esfuerzo aparente, durante los primeros años de vida y las usamos más tarde de modo eficaz sin ser conscientes, la mayor parte de las veces, de la complejidad que encierran. Este libro, que lleva por título Sintaxis, pretende explicar de un modo que resulte fácil de comprender los mecanismos mediante los cuales las palabras se organizan para formar oraciones; nos proponemos, pues, desvelar la estructura que sostiene el edificio de la lengua.
La sintaxis, en efecto, es una disciplina lingüística que tiene por objeto el estudio del modo como se relacionan las palabras para formar unidades superiores de significado. El interés de la sintaxis se centra en describir las reglas que, en un primer momento, determinan la combinación de palabras para formar unidades mayores, los llamados sintagmas; en un segundo momento, los sintagmas se combinan entre sí para dar lugar a oraciones, por lo que la sintaxis se preocupará también por determinar cuáles son las reglas de combinación entre sintagmas que permiten la formación de oraciones, así como por describir qué características poseen las diversas oraciones que se pueden formar con dichas reglas.
El límite superior de estudio de la sintaxis lo constituye, así pues, la oración, unidad máxima del análisis sintáctico. Los mecanismos mediante los cuales las oraciones se combinan entre sí para formar textos quedan, por lo tanto, fuera del alcance de esta disciplina, y serán objeto de atención de otra rama de la lingüística que recibe el nombre de análisis del discurso. Por su parte, la unidad mínima del análisis sintáctico son las palabras, que son las piezas que se usan como entrada de las reglas que permiten construir las estructuras sintácticas. Las palabras, a su vez, se pueden descomponer en unidades menores de significado, los denominados morfemas, pero del estudio de éstos se ocupará una tercera rama de la lingüística, denominada morfología. Entre los dos extremos de la palabra y la oración, se sitúan los sintagmas, agrupaciones estructuradas de palabras que constituyen unidades sintácticas menores que la oración.