Adela Padín Romero, 2013. — 582 p. — ISBN: 978-84-329-0135-5.
Como dijo un filósofo antiguo, hablar más de un idioma es como vivir varias vidas. Y tenía muchísima razón: un viaje a un país extranjero como Rusia es mucho más interesante si puedes charlar sobre temas triviales con el recepcionista, felicitar a la guía turística por lo bien que le queda el vestido o leer la carta de un restaurante para pedir la comida que de verdad te apetece. Si eres capaz de pedir las cosas, en vez de señalarlas, y de entender las indicaciones de los habitantes de la ciudad, en lugar de volverte loco con un mapa, disfrutarás mucho más de tu viaje.
A lo mejor ni siquiera te hace falta viajar para sumergirte de lleno en la cultura rusa, ya que quizá en tu ciudad haya una comunidad de inmigrantes rusos. No importa si quien habla ruso es un compañero de trabajo, un vecino o un amigo tuyo: la mejor manera de ganártelo es hablándole en su idioma.
Ruso para Dummies no te permitirá leer con fluidez las obras originales de Dostoyevski, pues incluso los nativos necesitan cierta preparación para hacerlo. Sin embargo, te enseñará las frases necesarias para desenvolverte en numerosas situaciones cotidianas, como ir de compras o asistir al teatro.
Además, las pequeñas explicaciones culturales que salpican el libro te ayudarán no sólo a manejarte mejor en el idioma, sino a entender mucho mejor a los rusos. ¡Abróchate el cinturón y buena suerte en tu viaje! O, como dicen los rusos, Желаем вам удачи! (zhi-lá-yem vam u-dáchi; le deseamos buena suerte.)